Eran capaces de transportar en un hangar cilíndrico hasta tres hidroaviones de ataque Aichi M6A1, diseñados específicamente para el I-400, pues debían ser plegables con facilidad de montaje y viceversa.
Su velocidad máxima en superficie era de unos 16 nudos, operando a una profundidad máxima de 70-80 metros. Contaban con una catapulta en la cubierta de proa para el lanzamiento de los hidroaviones, pues no era lo suficientemente largo como para disponer de una auténtica pista. Estaba fuertemente armado en lo referente a ametralladores anti-aéreas.
El submarino llegaba a la zona de operaciones y salía a superficie. La dotación de cubierta tenía 30 minutos para hacer despegar los tres aviones. Estos venían plegados por las alas en el tubo-hangar de 28 m. de longitud y al sacarlos, había que desplegar las alas a mano, luego se hacía avanzar el avión sobre su montante y de unos compartimento laterales se extraían los flotadores que habían que unir al fuselaje de las alas, en caso de querer recuperar avión y piloto (no era necesario montar flotadores si los que harían la misión eran los llamados Kamikaze). Si el piloto regresaba guardaba una grúa lateral para el izado de los hidroaviones.
Se diseñaron para realizar ataque sorpresa al enemigo, pues éste no podría defenderse si de repente aparecían aviones que sus radares no captaban con anterioridad suficiente
Finalmente, después de numerosos problemas en la construcción de estos increíbles submarinos, sólo se fabricaron 3 unidades de las 18 planteadas, las cuales fueron hundidas por el enemigo.
Fuente: rospenet.com
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