En 1931 inventa el microscopio universal con una enorme capacidad de ampliación y capaz de ver los virus vivos, haciéndolo único en el mundo y con propiedades prácticamente ilimitadas.
Sus inventos lo llevaron a recibir una ceremonia totalmente en su honor, el 20 de Noviembre de 1931, en la casa del doctor Milbank Johnson, California. A la celebración la llamaron "El fin de todas las enfermedades" y asistieron personas que años después lo traicionarían.
Rife continuó sus trabajos, y pensando que si era capaz de ver los virus vivos con su microscopio, podía neutralizaros de alguna manera. Y así fue, hasta que inventó el "Beam Ray Machine", un equipo que trabajaba por medio de una frecuencia inducida y bien configurado podía curar cualquier enfermedad. Trabajó durante años hasta que obtuvo las frecuencias correctas para curar enfermedades como la polio, meningitis, tétanos y cáncer.
En 1934, la Universidad del Sur de California, juntó a un comité compuesto por doctores y patólogos, y entregó pacientes de cáncer terminal del hospital del Condado de Pasadena al laboratorio y clínica de Rife, en San Diego, para su tratamiento. Tras 90 días, tiempo estipulado previamente, el informe arrojó que el 86.5% de los pacientes se habían curado completamente. El resto, tras una modificación en el tratamiento también lo hicieron.
Con el tiempo el negocio de la salud comenzó una persecución contra Rife, que logró acabar con todos sus proyectos, pues un mundo sin enfermedades no es rentable. Incluso los médicos y profesionales que estaban a favor de Royal, fueron comprados o amenazados de muerte.
La historia terminó con un Royal Rife pobre y alcohólico que falleció de sobredosis, y un mundo de laboratorios, dinero, clínicas y profesionales con un negocio garantizado para siempre.
El hijo de una doctora norteamericana compró el The Beam Ray Machine y contó lo siguiente:
"La teoría es que los virus y bacterias pueden ser asesinados con ciertas longitudes de onda de la luz. La máquina es un pequeño ordenador conectado a una bombilla fluorescente que emite diferentes longitudes de onda con diferentes intervalos dependiendo de la enfermedad que se trate.
Es como una bombilla parpadeante. Todo lo que tienes que hacer es sentarte, leer una revista, escuchar música o ver la tele mientras la máquina en la que te expones te cura. Tiene básicamente todos los ajustes de enfermedad: desde la gripe aviar, el ébola, la rabia (100%), el cáncer, o una simple tos o resfriado."
Fuente: lucasrafablog.wordpress.com
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