La espectacularidad de su emplazamiento, en la boca de una cueva bajo un enorme precipicio de 123 metros, y la leyenda de la muerte del Barón Erazem Lueguer, un justiciero esloveno, lo convierten en un lugar lleno de magia con una historia muy interesante.
Erazem Lueguer, un ladrón que al igual que Robin Hood, repartía sus botines entre los pobres, tomó las riendas del castillo en 1478. Las relaciones del caballero con el emperador austriaco no eran muy buenas, pues Erazem tenía tratos con los enemigos húngaros del emperador e intentaba mantener una cierta independencia entre ambos bandos. Pero en 1483, Erazem en una discusión mató a un alguacil de la corte de Viena, que casualmente era familia del emperador austriaco.
Gaspar Ravrar, obedeciendo órdenes del emperador austriaco intentó la rendición del caballero pero viendo que no le era posible, esperó a que este acabara entregándose al quedarse sin comida. Sin embargo pasó el invierno y la primavera de 1484 y parecía no surtir ningún efecto, era como si contase con provisiones ilimitadas. Una leyenda cuenta que durante este periodo el castillo fue abastecido regularmente a través de un pasaje secreto de las cuevas colindantes. Esta situación permitía a Erazém burlarse de las tropas de Gaspar, mostrándoles incluso cerezas recién recogidas.
Desafortunadamente la alegría de Erazém llegó a su fin, cuando uno de sus sirvientes se dejó sobornar por los hombres de Ravbar y lo traicionó. Tal y como había pactado, el sirviente una noche encendió una luz cuando Erazem se dirigía a una de las habitaciones y en dicho lugar un cañonazo acabó con su vida.
Un castillo sin duda con mucho que contar, y esta es una de las historias que se deben recordar. En la visita al castillo se permite ver como el castillo fue adaptado a la cueva y a las paredes de roca. una de las cavidades era usada incluso como establo y a través de ella se puede acceder a otras cuevas.
Fuentes: Cabovolo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario